B de Blog

Tengo que ser sincero, me costó un poco encontrar la palabra de hoy. Pensé en B de bus, pero ya escribí dos post (aquí y aquí) sobre mis experiencias en los autobuses centroamericanos y dije muchas veces que considero el bus como una ventana súper interesante hacia un país. Me vinieron también a la cabeza B de Brasil, uno de los países más grandes que he pisado y que ejerce sobre mi persona una contradictoria sensación de atracción-desinterés que no me explico, y B de Belice, uno de los países más pequeños y más curiosos que he visto. Y luego, B de beso (¿qué tiene qué ver con los viajes?); B de Bosnia (mmmh, aquí habría que hablar de un proyecto para el próximo verano, pero no quiero adelantar nada todavía); y B de bonsái, pero no sé nada de jardinería y nunca he estado en Japón. Juro que tardé mucho antes de llegar a la palabra de hoy. Os estaréis imaginando quién sabe qué palabrón, pues no, en la página del abecedario de hoy se lee “B de Blog”.

Esta es una palabra que tengo en la cabeza las 24h del día desde hace unos meses ya. Por lo que he leído, al principio suele pasarle a todo el mundo. Cuando el proyecto pasa del estado embrionario a la blogosfera y ahí empieza a dar los primeros pasos, uno se mete tanto en el proyecto hasta obsesionarse con el número de visitas (todavía estoy en esta fase), la búsqueda de los widgets más buenos y los plugins más útiles. ¡Lo quieres todo y ya! Una plantilla eficaz y bonita, una estructura solida, muchos textos y muchos lectores, muchos “me gusta”, muchos comentarios…fama, éxito, mujeres y champagne. Bueno, quizá esté exagerando un poco ahora. Sin embargo, te das cuenta de que a las primeras semanas les van sucediendo los primeros meses y a pesar de los esfuerzos te cuesta terriblemente construir el juguete perfecto, que ganarte un like es más complicado de lo que pensabas  -o, ¿serán solo mis amigos de Facebook que pasan de mis invitaciones? -. Las visitas van y vienen (o más bien, no vienen del todo). El gráfico de las estadísticas parece una serie de escaleras mecánicas que no quieren dejarte subir, acercarte al Olimpo de los blogueros. Entonces te preguntas cómo diablos harán Fulanito y Fulanita para tener 9’000, 12’000, 20’000 “me gusta”. ¿Cómo es posible que a la chica de tal blog la inviten siempre a visitar un país u otro? ¿Que el tío de tal otro tenga una trasmisión en la radio…? ¿Serán los nuevos Kapuscinski? ¿Bombardearán a sus amigos de solicitudes? ¿Tendrán enchufes en los periódicos y en las radios? ¿Cuál es la fórmula mágica?

Si no te dejas venir abajo y no abandonas el proyecto, te tocará tirarte horas en la web leyendo cosas que parecen no servir para nada hasta que encuentres una frase, un concepto que te ayude a avanzar. Ahí es cuando descubres siglas como SEO y empiezas a leer tutoriales sobre cómo funciona eso y para qué sirve. Si de verdad tu blog es lo que quieres, seguirás buscando, leyendo, descubriendo y mejorando. En estas cosas la constancia, la fuerza de voluntad y la persistencia son la clave. Obviamente es necesario saber escribir, pero eso lo puedes aprender (yo estoy en ello y me arrastro en este camino al ritmo de faltas garrafales y algún que otro buen artículo). Además, ¿os había dicho alguien que a escribir se aprende también leyendo? Comerse un libro tras otro, leer mucho y leer de todo es otra clave. Es fundamental ser creativo y original y este es otro capítulo del manual imaginario del bloguero de éxito que hay que tener muy bien en cuenta. Si cuentas lo que cuentan otros cincuenta blogs de viajes, ¿por qué alguien debería leerte a ti y no a ellos? No hace falta viajar a donde no ha viajado nadie – aunque molaría -, pero sí es preciso hablar de Barcelona como no lo ha hecho ningún otro viajero. Destruye pues la ciudad estereotipada y vuelve a levantarla bajo otra perspectiva. Tener un blog es una tarea que toma mucho tiempo. El ejercicio de escribir un post toma tiempo. Hay que juntar ideas, redactar, releer, borrar y volver a escribir, volver a leer y limar frases, elegir palabras, mover párrafos. El proceso es amplio y cada uno tiene su estilo; la cadena de producción de un artículo constará de diferentes partes. [En cuanto escribí “cadena de producción de un artículo” me di cuenta de lo horrorosa que me salió la comparación. El texto hay verlo como una obra artística, no como un proceso industrial. Pero ahí lo dejo. Errare humanun est decían un tiempo].

En fin, abrirse camino en el mundo de los blogs no es nada evidente. El proceso es más largo de lo que uno piensa cuando entra por primera vez en WordPress o Blogger; desde que le das un nombre a tu creación hasta que los escalones de las visitas se transformen en tu Stairway to Heaven virtuales necesitarás un tiempo y mucha dedicación. Si tu alfombra voladora es la pasión y el viento que te empuja hacia adelante es el entusiasmo, ya estás en el buen camino.

2 thoughts on “B de Blog

  1. Giuliana

    Ohhh no imaginaba un post tan divertido cuando leí B de Blog! Pero me da mucha gracia identificarme tanto en los procesos ajajaja. Lo mío va más lento porque no estoy aún de viaje constante, pero a la vez es más difícil porque me la paso leyendo blogs como el tuyo y pienso “nadie puede divertirse leyendo algo mío!”, así que sumale el reto de hacerlo interesante desde la rutina o los intentos de romperla.
    Me encantó :)
    (Por otra parte, si sigo a este ritmo vas a llegar antes que yo a la F jajajajaja)
    Abrazo grande!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>

%d a los bloggers les gusta: